El presidente de la Sociedad de Productores de Leche de Florida, Fabián Hernández, dijo a Medios Públicos que la producción lechera vive una situación “bastante desesperante” por la falta de disponibilidad de agua para el ganado.

Los productores trabajan en sus establecimientos en el traslado de agua desde ríos, arroyos y cañadas (en algunos casos se encuentran cortados), tanto con entubados como con camiones cisternas. También se realizan perforaciones, pero por la alta demanda de pozos la disponibilidad de maquinaria es limitada.

El déficit hídrico no sólo ha afectado la disponibilidad de agua para el ganado, sino también el rendimiento de los cultivos para la alimentación y las reservas forrajeras para atravesar el otoño y el invierno, algo que se viene arrastrando desde los últimos años.

“Venimos de tres años difíciles, de primavera seca, pero creo que 2022 fue el peor”, comentó Hernández.

Ese período, que es el de mayor producción y a menor costo, terminó requiriendo de reservas y concentrados. Eso llevó a que los productores no hayan podido capitalizar los buenos precios por litro de leche, los cuales hacían vaticinar, a comienzos de año, niveles récord, similares a los de 2014.

“Está bien claro en un dato mensual de INALE, que es el poder de compra del litro de leche”, indicó Hernández. En 2022 estuvo 21% por debajo del poder de compra de 2014, cuando el nivel de precios fue similar.

Desesperante

La falta de agua empeora el escenario. Según datos de INIA “Cuando te empezás a quedar sin agua para el ganado, llegás a un punto en que te entrás a desesperar”, comentó el presidente de la Sociedad de Productores de Leche de Florida (SPLF).

De acuerdo a lo divulgado en Twitter por la Unidad GRAS del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), “el porcentaje de agua disponible en el suelo (PAD) en diciembre presenta valores entre menos del 10% y el 40%”. El dato es acompañado por un mapa del territorio nacional en el cual tonalidades anaranjadas y rojas (e incluso fucsia) lo cubren todo.

El MGAP ya declaró el estado de emergencia para todo el país y en tal sentido existe una línea de financiamiento para comprar reservas, pero por tratarse de “una seca general, no hay disponibilidad de forrajes» en otras zonas del territorio nacional, apuntó Hernández.

Remarcó que las gremiales trabajan en conjunto, buscando alivios al productor, por ejemplo a través de financiamientos y de modificaciones en el calendario de vencimientos. “Estamos trabajando en varios temas que hacen al margen y a la rentabilidad del sector”, dijo.

En el caso de la SPLF, “se viene trabajando en alumbramientos de agua y en limpiezas de tajamares, pensando en el futuro”. En cuanto a alumbramientos de agua a través de perforaciones, con la participación del gobierno departamental ha quedado operativa una herramienta que permite subsidios de hasta el 20%. De todos modos, la demanda es alta y por ende las empresas que hacen pozos no dan abasto; en consecuencia, se registran demoras.

Hernández recordó que el estrés calórico en los animales los puede afectar sanitariamente, incluso aumentando considerablemente las posibilidades de aborto, por lo cual el actual escenario hídrico repercute hasta en las futuras pariciones.