En la península rusa de Kola, en el extremo norte de Europa se encuentran almacenadas armas nucleares, misiles muy poderosos, capaces de destruir ciudades enteras. Desde tiempos de la Guerra Fría, este arsenal está protegido por una unidad de combate considerada como una de las más formidables de Rusia: la 200° Brigada Separada de Fusiles Motorizados. Sin embargo, al enviar sus mejores cazas y armas a Ucrania este año fue efectivamente destruida.  

Fue una de las primeras unidades en llegar a Ucrania el 24 de febrero, cuando comenzó la guerra. En mayo, la unidad intentó reagruparse en Rusia según documentos revisados por The Washington Post. Es así que a fines de ese mes quedaban menos de 900 soldados en dos grupos tácticos de los batallones.  

Además, el comandante de la brigada estaba gravemente herido por los combates. Algunos de los que aún se contabilizaban como parte de la unidad figuraban como hospitalizados, desaparecidos o no dispuestos a luchar.  

De esta forma, el colapso de la brigada refleja en parte la dificultad de su misión en la guerra y la actuación de los militares ucranianos. Sin embargo, también se debe tener en cuenta que el grupo fue afectado por corrupción, errores de cálculo estratégico y la dificultad para medir las fuerzas del Kremlin y las ucranianas.  

La nueva estrategia de Vladimir Putin, presidente ruso, consiste en utilizar una fuerza muy similar a la brigada 200° que, sin embargo, está repleta de soldados desmoralizados y reclutas inexpertos.  

Es así que fuentes pertenecientes a la nueva brigada sostienen que la guerra no está yendo como era esperado y que eso desmoraliza a las tropas. Hay muchos que eligen ya no luchar porque no tienen confianza en un buen resultado de los combates.