Aumentaron los casos de violencia a niños, niñas y adolescentes. En 2023 el Sipiav (Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia) intervino en 8157 oportunidades. El año anterior se habían registrado 7473 episodios.

“Estábamos trabajando con 20 situaciones por día. Ahora tenemos 22 situaciones por día. (…) Son situaciones comprobadas, atendidas por equipos y detectadas y trabajadas. Entonces para nosotros es un incremento de casi un 10%, es un incremento importante”, lamentó María Elena Mizrahi, del Sipiav.

Según el reporte, en los albergues de Inmujeres y de Inau para mujeres con hijos e hijas víctimas de violencia se atendieron 571 niños, niñas y adolescentes en situación de alto riesgo por la gravedad de la exposición a violencia.

Asimismo, dice que continúa la tendencia de mayores registros de sexo femenino: 54% del total. En cuanto a edades, el tramo de 13 a 17 años es por primera vez la franja etaria con mayor cantidad de registros: 38%. Casi tres de cada cuatro registros están comprendidos entre los 6 y los 17 años.

Respecto a los tipos de violencia registrados, la mayor cantidad corresponde a maltrato emocional: 39%, seguido de abuso sexual 22%, negligencia 21%, maltrato físico 16% y explotación sexual con el 2%.

En las violencias sexuales, 8 de cada 10 situaciones registradas corresponden a niñas o adolescentes mujeres. Casi tres de cada cuatro situaciones registradas eran recurrentes y el 87% ya ocurría antes de la detección.

Respecto a las personas agresoras, en su mayoría fueron padres (38%) y madres (24%) de niñas, niños y adolescentes. El 90% de las personas agresoras pertenecían a familiares directos o a integrantes del núcleo de convivencia. En abuso sexual, casi 8 de cada 10 personas abusadoras eran familiares directos o integrantes del núcleo.

Mizrahi destacó la importancia de prevenir, sobre todo cambiando los vínculos, “trabajando sobre los vínculos en las familias y sobre todo esos vínculos de poder, tanto en la violencia de género y generación”.