En la previa, se pensó que el equipo de Alonso sería más protagonista, ante un rival más discreto como Corea del Sur. Sin embargo, Uruguay repitió su esquema habitual en los Mundiales, apostando mayormente por mantener el cero en su arco sin desordenarse y con el peso en las áreas como su principal ilusión de victoria. Parte de la estrategia funcionó, pero la Celeste no pudo marcar en sus pocas situaciones de gol y terminó con un empate 0-0 con sabor a poco.
Las más claras del partido fueron para Uruguay: un cabezazo de Diego Godín (de buena actuación junto a Josema Giménez) al palo y un gran remate de Federico Valverde que también impactó contra el poste, en el cierre del partido.
Uruguay recién cambió el chip en los últimos 20 minutos del partido, cuando Corea ya no tenía piernas para competir de igual a igual y fue cuando más cerca estuvo de abrir el marcador. Aún así, al equipo le faltó volantes y juego asociado por el centro del ataque, como así también desequilibrio por las bandas para alimentar a los centrodelanteros.
Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de Televisio?n Pu?blica (@tv_publica)
Una publicación compartida de Televisio?n Pu?blica (@tv_publica)