En el segundo tiempo del partido que empataron Cerro y Peñarol 1-1 este sábado en el Estadio Centenario, dos jugadores aurinegros se tiraron al foso de la tribuna Ámsterdam para buscar la pelota y reanudar el juego rápido, dada la lentitud de los chicos que tenían asignada esa tarea.

Como ocurre siempre, los alcanzapelotas los designa el local, y como el resultado era negocio para el conjunto celeste, los dos balones que estaban a disposición del encuentro no volvían con la celeridad que pretendían los mirasoles.

Al respecto, el directivo Guillermo Varela opinó que con este episodio “se terminó de desbordar el vaso del amateurismo en el futbol uruguayo”. “Ante la decisión de nuestro rival de intentar jugar lo menos posible, primero Aguirregaray y luego Arezo se zambulleron al agua en pleno partido, un día de invierno con 7 grados de temperatura”, lamentó.

Varela recordó el poco tiempo de juego efectivo en el fútbol uruguayo y aseguró que “la burla al público presente y el desprecio por el espectador llegó a su fin”, además de reclamar una acción más fuerte de parte de la dirigencia para solucionar ese problema. “Somos todos cómplices si no hacemos algo”, indicó.

A continuación, explicó una propuesta que enviará a las autoridades basándose “en experiencias de otros países”. La misma consiste en tener 10 pelotas alrededor del campo, ubicadas sobre conos, y no en manos de los alcanzapelotas. Las funciones de los chicos sería devolver los balones a sus lugares para que los futbolistas puedan agarrar el más cercano y reanudar rápidamente el juego.