El impresionante espectáculo de luces, drones, fuegos artificiales y música que vivimos el sábado a la noche sobre la bahía que bañan las aguas del golfo pérsico, fue nada más que el aperitivo de lo que los qataríes llaman el “mejor Mundial de la historia”. Que se cumpla esa premisa dependerá de muchos factores, incluido, por su puesto, el juego. Pero lo que sí está claro que se trata del evento deportivo más caro jamás realizado y en el que la geopolítica jugó como nunca antes había pasado en otro país anfitrión.
Miles de personas disfrutaron de la ceremonia de apertura del principal espacio reunión para los hinchas que viajaron al Golfo. También estuvieron presentes ex campeones mundiales