Foto de archivo.

Al cabo de un litigio que se prolongó durante años, un trabajador chino fue despedido por pasar hasta seis horas al día en el baño, situación que provocó un debate en las redes sociales del país

El empleado, de apellido Wang, se sometió a una cirugía por un problema anorrectal en diciembre de 2014. Un mes después, y luego de que su herida quirúrgica sanara por completo, el hombre seguía reportando dolores. Así lo informaba en mayo pasado periódico Laodong Daily a través de su cuenta en la red Wechat.

A mediados de 2014, la situación se agravó. A partir de julio, Wang comenzó a pasar de tres a seis horas en el baño todos los días, según reporta el citado medio, que está vinculado al estado chino y se ocupa especialmente de asuntos laborales.

El reporte detalla que Wang visitó el baño 22 veces entre el 7 y el 17 de setiembre de 2015, lo que sumó dos o tres visitas cada día laboral. Cada descanso para ir al baño osciló entre 47 minutos y 196 minutos, o más de 3 horas, según los registros de la empresa, instalada en la ciudad norteña de Tianjin, y cuyo nombre no se divulgó.

En ese mismo mes de setiembre el trabajador fue cesado por sus prolongadas permanencias en el baño. Wang acudió entonces a la Justicia en busca de un arbitraje, y comenzó entonces una verdadera batalla en los tribunales.

El caso pasó por diversas instancias y finalmente llegó al tribunal superior de Tianjin, que dictaminó que los períodos de baño de Wang no estaban dentro de las "necesidades fisiológicas normales y razonables", por lo que Wang no logró que le devolvieran el empleo.

El caso generó discusión en las redes sociales chinas, especialmente luego de que el periódico The Paper, vinculado al Partido Comunista Chino, hiciera una publicación al respecto en redes sociales, posteo que generó millares de interacciones.

En el debate online, algunos consideraron correcto el despido y sostuvieron que era un abuso pretender “ser pagado para ir al abaño”. Otros, sin embargo, empatizaron con el cesante y señalaron que sin duda debería tener serios problemas.

Si bien el caso es inusual por sus características, el debate que suscitó se enmarca en una discusión mayor a escala nacional acerca de las draconianas medidas que algunas compañías adoptan para regular las pausas laborales.

Según informa el periódico local South China Morning Post, uno de los casos más sonados ocurrió en 2021, cuando una compañía tecnológica del sur del país decidió sancionar a los trabajadores que fueran al baño más de una vez por día.