Martes, 30 de Mayo del 2023 - 09:40 hs. 349
Foto de archivo.
El presidente Luis Lacalle Pou viajó a Brasilia para asistir a la reunión de presidentes de Sudamérica convocada por Lula da Silva. La intención de Brasil es incrementar la integración regional, aunque algunas de las herramientas previstas no tienen consenso.
La convocatoria tiene por objetivo que los países de Sudamérica establezcan un acuerdo en materia de integración. Lula envió una carta a sus pares donde resalta la necesidad de "revitalizar la integración en América del Sur" y dejar de lado las diferencias. La carta menciona también la necesidad de cooperar en materia de “defensa, salud e infraestructura”.
Dentro de la discusión también estará la reactivación de la Unasur o una estructura similar para la región. Brasil y Argentina anunciaron tiempo atrás su retorno a este organismo, tras el retiro dispuesto por los gobiernos de Bolsonaro y Macri; dicha decisión también fue tomada por otros países como Uruguay.
En tal sentido, la puesta en marcha de la Unasur como centro de la política de integración regional no cuenta con consenso, ya que Lacalle Pou manifestó días atrás su diferencia con esta iniciativa. En entrevista con El Mundo de España declaró “es muy difícil tener procesos a largo o mediano plazo si el sustento es ideológico”. Asimismo otros gobiernos como los de Chile, Paraguay y Ecuador tampoco manifestaron su voluntad de retornar al organismo.
Lo que se dio a conocer inicialmente como un retiro de presidentes, será un encuentro en el Palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería de Brasil. Está confirmada la asistencia de los jefes de Estado de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Surinam, Uruguay y Venezuela. En el caso de Perú, Alberto Otárola, presidente del Consejo de Ministros, ocupará el lugar de la presidenta Dina Boluarte.
“Sabemos que hay diferencias de visión y diferencias ideológicas entre los países, pero Lula quiere reactivar este diálogo con los países basándose en denominadores comunes", explicó la embajadora Gisela Padovan, secretaria para América Latina y el Caribe de Itamaraty.
Desde la Cancillería brasileña se informó que habrá dos sesiones. El martes por la mañana, cada jefe de Estado hará una declaración, con un tema libre. Después del almuerzo se retomará el diálogo, de corte más informal que en otras reuniones de este tipo.
Los presidentes que permanezcan en Brasilia el martes por la noche participarán en una cena ofrecida por Lula en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial. Todas las discusiones serán a puerta cerrada y aún no está garantizada una declaración final con una posición común.
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