El presidente de la Sociedad Uruguaya de Cirugía Pediátrica Carlos Kierszenbaum aseguró que en los últimos años no solo aumentó la cantidad de niños heridos de bala, si no que además los casos actuales son más graves porque aumentó el calibre de las armas de fuego utilizadas en los ataques.
También advirtió que “apareció un tipo de herido que está vinculado a un mensaje a los padres, eso es indiscutible, a uno de los padres por lo menos”.
Entrevistado en el programa Arriba Gente de Canal 10, Kierszenbaum dijo que décadas atrás ingresaba al hospital Pereira Rossell “un niño herido de arma de fuego cada 67 días”, y que en su mayoría era “por manejo de armas domiciliarias o de caza”.
“Hoy, es un niño herido de bala cada 15 días”, dijo el pediatra, con base en cifras únicamente del Pereira Rossell, destacó. A eso hay que sumarle otros hospitales, el sector mutual y los niños heridos que no llegan a un centro de salud porque mueren antes, señaló.
“Hace muchos años era anecdótico, hoy es frecuente, no es cada tanto en la vida de un cirujano”, apuntó.
En cuanto a calibre de las armas, agregó: “antes eran calibres chicos, no vinculados a violencia, hoy es al revés, son vinculados a violencia y a calibres más altos, ahora vemos lesiones con armas de fuego de guerra. Son lesiones gravísimas”.
Consultado acerca de si se puede discriminar entre niños heridos como objetivo principal del ataque, o como víctima secundaria o bala perdida, el pediatra del Pereira Rossell respondió: “los estudios dicen, herida única puede ser cualquier cosa, dos heridas se tiró a matar. Si hay dos disparos hacia un niño, ya no es una bala perdida”.
Y agregó: “apareció un tipo de herido que está vinculado a mensaje a los padres, eso es indiscutible, a uno de los padres por lo menos. Eso ya lo hemos tenido más de una vez”.