Ubicado en el puesto 63 a nivel internacional, Uruguay es el cuarto país más innovador de Latinoamérica según la última medición del Índice Global de Innovación elaborado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
De acuerdo con el informe de la edición 2023 del Índice Global de Innovación (GII, por sus siglas en inglés), en la región de Latinoamérica y el Caribe, el país suramericano se sitúa como el mejor luego de Brasil, Chile y México, que ocupan el primero, segundo y tercer puesto respectivamente.
En el ránking de latinoamericanos, hasta el décimo lugar le siguen sucesivamente Colombia, Argentina, Costa Rica, Perú, Jamaica y Panamá.
El país de casi tres millones y medio de habitantes, a su vez, se ubica en el puesto 44 entre los de altos ingresos, una posición por debajo de Chile y dos por debajo de Catar, que ocupa el lugar número 42 en dicha categoría.
En cuanto a los indicadores en los que se basa el GII, que abarcan la infraestructura, el desempeño en conocimiento y tecnología, la producción creativa y la sofisticación empresarial, entre otros aspectos, el informe destaca que a nivel latinoamericano Uruguay lidera el de instituciones, con el puesto 32.
Según el reporte del índice de la OMPI, además, el desempeño de Uruguay está entre los 10 mejores en las mediciones específicas de políticas para hacer negocios, estabilidad operacional para los negocios y tanto importación como exportación de servicios de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Por decimotercera vez consecutiva, Suiza lidera el GII como el país con mejor desempeño en innovación del mundo, a lo que en la edición 2023 Suecia le quita el segundo puesto a Estados Unidos, ubicado en el tercero por delante de Reino Unido y Singapur.
Según destaca el informe de OMPI para la 16º edición del GII, en 2023 la innovación se enfrenta a un horizonte global con «oportunidades significativas» pero a la vez «considerables desafíos».
«Dos olas innovadoras están haciendo sentir su presencia a través de las sociedades y las economías: una ola de innovación digital, basada en la inteligencia artificial, la supercomputación y la automatización y una profunda ola de innovación científica basada en las biotecnologías y nanotecnologías», remarca el informe.