El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, invitó a los demás jefes de Estado sudamericanos a una reunión que se celebrará en Brasilia el 30 de mayo para impulsar la integración regional, informaron este jueves fuentes oficiales.
El objetivo del encuentro es promover el diálogo entre todos los países de la región, con vistas a reactivar la agenda de cooperación suramericana en áreas clave como salud, cambio climático, defensa, lucha contra el crimen transnacional, infraestructura y energía, entre otras, según un comunicado de la Cancillería brasileña.
«Es imperativo que volvamos a ver a América del Sur como una región de paz y cooperación, capaz de generar iniciativas concretas para enfrentar el desafío, que todos compartimos y aspiramos, de un desarrollo sostenible con justicia social», afirmó Lula en el mensaje transmitido a sus pares.
En el comunicado no se cita la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), bloque al que Brasil anunció su reintegración formal el pasado abril.
La Unasur fue fundada en 2008, impulsada por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y por el propio Lula, pero el bloque entró en crisis en 2017 por desacuerdos entre los países de la región.
A partir de 2018, la mitad de los miembros de la Unasur suspendieron su participación del bloque en cascada, alegando que este foro estaba politizado y solo servía de caja de resonancia del Gobierno venezolano encabezado por Nicolás Maduro.
Los únicos países que permanecieron en la Unasur fueron Guyana, Surinam, Bolivia, Venezuela y Perú, con lo que el foro quedó desactivado en la práctica.
Así como Brasil, Argentina anunció el mes pasado que volverá a participar en la Unasur.
El pasado marzo, el canciller brasileño, Mauro Vieira, dijo a EFE que su país quiere relanzar la Unasur «con nuevas bases», que surjan del «diálogo con los países miembros».
Desde que asumió la Presidencia de Brasil el pasado 1 de enero, Lula se ha empeñado en reactivar la integración regional y ha reinsertado a Brasil en la Unasur y en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que había abandonado durante la gestión de Jair Bolsonaro.