Y aunque es fácil burlarse de consejos como: bajarse del autobús una parada antes o dar un paseo durante la hora del almuerzo, parece que estos pueden marcar la diferencia.
Un estudio de casi 80.000 personas publicado en la revista especializada JAMA Internal Medicine (JAMA medicina interna) mostró que caminar un poco más todos los días reducía el riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares o una muerte prematura.
Ese patrón continúa hasta llegar a unos 10.000 pasos al día, pero, de nuevo, los pasos más rápidos valen más que los lentos.
"Si no tiene tiempo para hacer de repente 10.000 pasos diarios, ¿puede entonces hacer 5.000 más rápido? Eso mostraría una mejora en su salud", dice Saynor.
Ni siquiera es necesario hacer ejercicio formal como salir a correr, ir al gimnasio o nadar para ver un beneficio notable en la salud.
Un estudio publicado en la revista Nature Medicine (Medicina Natural), analizó a 25.000 personas que no "hacen ejercicio" formalmente, pero realizan pequeños episodios intensos de actividad en la vida cotidiana.
Son actividades que podrían parecer poco extraordinarias: correr hacia un tren, empujar la aspiradora, jugar con los niños o los perros, cargar las compras pesadas o subir las escaleras.
La investigación mostró que hacer entre tres y cuatro minutos de actividad intensa corta en ráfagas, durante el día, tuvo un profundo beneficio para la salud.
"Las personas que realizan esa actividad intermitente pueden reducir el riesgo de enfermedades importantes como fallas cardíacas y cáncer, hasta en un 50%", me dice Mark Hamer, profesor de medicina del deporte y el ejercicio en la Universidad College London.
"Durante la última década, las pautas se han alejado lentamente del mensaje de 30 minutos más al día hacia el mensaje de 'cualquier cosa cuenta', y creo que estos resultados respaldan ese mensaje", agrega.
Fuente: BBC Mundo.