Es obvio que una entrevista pertenece al ámbito profesional pero hacer referencia a algunos aspectos de tu vida personal te ayuda a diferenciarte y destacar. Por eso este artículo vamos a diferenciar entre aquella información que sí puede llegar a ser relevante y la que es mejor pasar por alto.
¿Qué podemos compartir en nuestra entrevista laboral?
Aquellas anécdotas o actividades que demuestren cómo vas a contribuir a que la empresa alcance sus objetivos o que cumples los requisitos que aparecen en la oferta. Recuerda que puedes evidenciar cualquier competencia esencial para tu puesto objetivo con experiencias en el ámbito académico o personal.
Por ejemplo, utilizar alguna situación o inconveniente durante un viaje al extranjero puede ayudarte a transmitir tu flexibilidad, resolución de problemas, autonomía…
Además, hoy en día es habitual que en una entrevista de trabajo te pregunten “¿A qué dedicaste tu tiempo durante el confinamiento por el COVID-19?”. Utilízala para demostrar que eres una persona con inquietudes, curiosidad, ganas de aprender, no tienes miedo a equivocarte… Cuenta si aprendiste alguna habilidad, hiciste frente a algún reto, iniciaste alguna afición…
Como consejo extra, se recomienda que, al hablar de tus hobbies aludas a intereses activos, donde desarrolles alguna habilidad o adquieras conocimientos.
Por ejemplo: Si has estado cursando 6 años en un conservatorio de música ya estás demostrando compromiso, constancia y creatividad. Por otro lado, al añadir un deporte de equipo, está obvio que has mejorado en el trabajo en equipo.
¿Qué no deberíamos compartir sobre nuestra vida privada?
Información personal susceptible de discriminación. Triste decirlo pero lamentablemente debido a los diferentes sesgos que existen todavía, hay empresas o profesionales que discriminan personas en ciertas situaciones como: personas con cargas familiares, candidatos/as que tengan procesos judiciales con anteriores compañías… Por ello, te recomiendo que aunque es muy injusto, trates de dejar a un lado cualquier aspecto personal que pueda influir negativamente en la decisión de la compañía.
Información personal que no aporta valor: El poder compartir experiencias del ámbito personal no significa que todo valga. Evita aquella información que no demuestre competencias valiosas o puedan ser conflictivas.
Un ejemplo son frases como ‘Me acabo de comprar una casa’ o ‘Mi mujer y yo tenemos problemas’...
Como conclusión final
Necesitas comprender que tal y como también explicó la experta Lucía Crespo -Universitas Program Director and Faculty en Telefónica- a través del último día del “Reto Empleo 30 días”: para lograr un puesto de trabajo, no sólo es determinante tener la trayectoria académica y experiencia laboral, también influye la trayectoria personal.
Ésta abarca desde cómo hemos crecido (si nos hemos mudado, estudiado en el extranjero…) hasta cuáles son nuestros hobbies, aquello a lo que le dedicamos tiempo cuando no estamos estudiando ni trabajando: si somos deportistas, colaboramos con ONGs…
Todo esto conforma nuestra personalidad y es clave a la hora de contratar, ya que al final las compañías están formadas por gente y lo que hace que la compañía sea sostenible son las personas. Por eso, las compañías también necesitan conocerte más a allá de tu currículum y ver cómo te integrarías en el equipo.
Fuente: Revista Elle.